miércoles, 29 de abril de 2015

BIENVENIDA HIJA

(VISTO POR MÍ)

Hija el martes 21 de Abril te decidistes a salir pero algo no iba del todo bien. Mamá y papa se acostaron cómo de costumbre y al cerrar los ojos eso que tanto me preocupaba reconocer sucedió. Dolor, rotura de bolsa y todo lo programado en mi cabeza al traste. Mis planes se deshicieron cuándo vi que el liquido venía acompañado de sangre. Ducha rápida y al hospital a la 1:00 de la madrugada.
Menos mal que tenía los petates preparados hacía meses (ya aprenderás lo cansina que soy). A partir de ahí ha sido un calvario hasta que el 24 de Abril a las 23:15h contra pronostico de tu tía abuela Luisa , tu primo Gerard y mi amiga Clotilde que decían sería el 23, naciste después de dos días de parto inducido (se me pone la piel de pollo sólo de recordarlo) de los dolores de la muerte, pelota de pilates, fiebre, epidural, empujar y finalmente cesárea urgente. Hija a nosotras no nos gusta lo fácil, venías con dos vueltas de cordón umbilical al cuello. Antes muertas que sencillas. Para rematar nada más nacer nos separan sin verte más que un segundo, sin tocarte hasta el día siguiente...una de las experiencias más crueles que he vivido en mis 39 años, desgarradora sensación de vacío.
Dice tu padre que sólo me faltaron los clavos de Cristo, no digo más. (¿¿Sirven las grapas??)

No entrare en más detalles, sólo decir que he estado bien cuidada en el hospital por todo el equipo médico, matronas, enfermeras y demás personal. No tengo queja.

Y  tu padre que es el mejor, se ha portado cómo no esperaba menos y más aun. Un campeón, el mejor compañero que podía tener. Mi apoyo en los peores momentos ayudando con las respiraciones, la medicación, las curas y atendiendonos a las dos en todo momento.

Hija bienvenida a este maravilloso mundo de locos. Sin conocerte ya sabíamos que te queríamos y eres el regalo más bonito que la vida nos pueda hacer. Somos conscientes de la responsabilidad que eres y cómo tal la asumimos sabiendo que a cambio nos colmarás de alegrias, aun siendo lo peque que eres ya eres lo más grande de esta casa.